El conflicto que enfrenta desde hace meses a agentes de la Policía Local de Poio y al gobierno municipal ha vivido esta semana un nuevo y grave episodio. El servicio ha permanecido siete días «cerrado» por la falta de agentes, desde el día 11 hasta este domingo. El delegado sindical de CSIF en el cuerpo, David Vázquez, denunció este sábado que «en la actualidad la plantilla de la Policía Local tiene en su Relación de Puestos de Trabajo (RPT) 13 agentes», pero solo hay cuatro disponibles: «Tres plazas están vacantes y hay seis personas de baja, tres de larga duración por problemas personales graves y otras tres por diversos motivos».
Añade que «la relación de agentes por habitante que le corresponde a Poio está muy lejos de la realidad de la propia RPT, pese a las advertencias durante estos años de modificar y adecuar a la carga de trabajo las necesidades y exigencias del día a día de los agentes».
A juicio de CSIF «esta situación conlleva una sobrecarga extra a los agentes que prestan servicio activo imposible de asumir y de absorber durante los turnos» y recuerda que la «jefatura solicitó la contratación de 12 auxiliares para mitigar dicha carga de trabajo, pero solo se han contratado seis y por 89 días».
Según sus explicaciones, «la Policía Local de Poio se encuentra, en estos momentos, completamente colapsada debido a la grave falta de personal por la nula gestión estructural, la ausencia de planificación y la inacción política que han llevado al cuerpo a una situación límite que compromete la seguridad ciudadana y la salud de los propios agentes».
Insiste en que «no se trata de un problema puntual ni sobrevenido. Desde hace meses se viene alertando de que, con la plantilla actual y la gestión existente, el servicio sería incapaz de atender las necesidades básicas del municipio. Hoy esa previsión es una realidad: turnos sin cubrir, servicios sin atender, llamadas sin respuesta y expedientes que se acumulan sin poder resolverse».
Según sus datos, con esta situación se acumula el trabajo y los partes: «18 accidentes sin finalizar, 8 atestados judiciales pendientes, 60 informes diversos (señalización, vados, autorizaciones, cortes de vía, anomalías, etc.), 26 peticiones de compañías de seguros o vecinos, 400 llamadas y 150 servicios sin atender».
El gobierno sospecha de las bajas
El gobierno local de Poio replicaba poco después a las críticas del representante de los agentes y decía que «hay seis policías de baja, alguno de larga duración pero otros con un patrón que llama la atención, ya que desde que empezó el verano, casualmente, están alternando bajas y vacaciones, dándose de alta justo el día antes de irse de vacaciones y cogiendo de nuevo la baja justo a su regreso», por lo que espera que «muchas de estas bajas no sea un intento deliberado para boicotear el servicio»
También desvela que «uno de los agentes trabajaba de lunes a jueves, porque los viernes tenía horas sindicales y los fines de semana libres por un acuerdo con el jefe accidental, además de trabajar exclusivamente en horario de mañana. Cuando se le eliminan estos privilegios y se incluye en la rotación de turnos comienzan las medidas de presión», añade.
A juicio del gobierno local «la Policía Local de Poio es de las mejor equipadas de toda Galicia» y se sorprende de que «hablen de acumulación de trabajo cuando realizan tres paradas diarias para tomar café, alguna de ellas que superan la hora de duración. Podrían ser más productivos si redujeran estos descansos al tiempo que le corresponde por convenio».
















