Según el afectado, la imagen que se difundió «repercutió mucho en su trabajo al ver cómo los compañeros se mofaban y burlaban de él pasándose las fotos de unos a otros», señala el dictamen psicológico, que añade que el informe clínico de consulta en el Hospital Regional de Málaga del 5 de junio de 2023 indica que los hechos le provocaron sentimientos de «rabia y humillación».
Los hechos supusieron la apertura de un expediente disciplinario a los dos policías incluidos en la denuncia y a un tercer agente también implicado y los tres fueron suspendidos de sus funciones quince días.
El Consejo Consultivo sostiene que, con la conducta de los policías, quedaron comprometidos los derechos fundamentales de protección de datos personales y la propia imagen del afectado.
Añade que los agentes actuaron «en el ejercicio de su autoridad mientras uno de ellos fotografiaba al reclamante durante un acto íntimo sin justificación, guiado por un mero ‘animus iocandi’, al que sigue la posterior divulgación de la fotografía».
Este órgano considera que el Ayuntamiento de Málaga «es responsable patrimonial por los daños derivados de la actuación de los agentes de la Policía Local que realizaron y difundieron la fotografía en cuestión».
















