La Comisión Europea (CE) ha presentado una propuesta para modernizar la normativa sobre seguridad vial y matriculación de vehículos en la Unión Europea (UE), con el objetivo de evitar unas 7.000 muertes en carretera hasta 2050, mejorar la calidad del aire y adaptarse a la revolución tecnológica.
El comisario europeo de Transporte, Apostolos Tzitzikostas ha declarado que esta iniciativa “supone un gran avance para hacer nuestras carreteras más seguras, nuestro aire más limpio y la vida de los ciudadanos más sencilla”. El político griego añadió que, mediante la modernización de las normas de inspección técnica se refuerza su cumplimiento y se asegura que estén «a la altura de la evolución de la movilidad».
Las nuevas reglas introducirán «inspecciones más exigentes, incluyendo revisiones técnicas periódicas para vehículos eléctricos y sistemas avanzados de asistencia al conductor», indicó el Ejecutivo comunitario.
Además, la propuesta establece «inspecciones anuales para coches y furgonetas con más de diez años de antigüedad, así como métodos avanzados de análisis de emisiones para detectar vehículos altamente contaminantes y reducir la polución por partículas finas».
Bruselas también quiere introducir certificados digitales de matriculación e inspección periódica de vehículos, simplificar el intercambio transfronterizo de datos y «proteger a los ciudadanos contra fraudes como la manipulación de cuentakilómetros».
Los cambios propuestos, que tendrá que aprobar el Consejo de la UE (los países) y el Parlamento Europeo, reflejan el «compromiso de la UE con una movilidad segura y sostenible, al tiempo que garantizan la libre circulación de personas y mercancías», según la Comisión, que estima que la revisión legislativa puede evitar unas 7.000 muertes y prevenir alrededor de 65.000 lesiones graves entre 2026 y 2050.
En concreto, la CE propone actualizar tres directivas relativas a la inspección técnica periódica (ITV) de vehículos, los documentos de matriculación y la inspección en carretera (RSI) de vehículos comerciales, ya que las normas no se han actualizado desde 2014 y «deben ponerse al día con los avances tecnológicos». «Aunque los vehículos altamente contaminantes y ruidosos son relativamente pocos, generan una parte desproporcionada de emisiones nocivas» y «las reglas actuales no abordan suficientemente la contaminación del aire ni el ruido», añadió el Ejecutivo.
Además, el envejecimiento del parque móvil aumenta el riesgo de fraude en el cuentakilómetros y combatir esa práctica requiere actualizar las normas porque «los procedimientos obsoletos y el escaso uso de tecnologías modernas dificultan la aplicación efectiva y la cooperación entre países».