El Ayuntamiento de A Illa ha determinado una zona residencial del casco urbano, y establecido medidas restrictivas de acceso, con el fin de mejorar la convivencia y la movilidad de los vecinos y visitantes, especialmente en la época veraniega.
El Ayuntamiento de A Illa es un municipio costero de la Ría de Arousa en la provincia de Pontevedra, que tiene 5.000 habitantes empadronados todo el año, pero por su condición de costa y playas, en la época estival tiene un aumento significativo de personas que ocupan sus segundas residencias, otras que pernoctan en los distintos establecimientos de hostelería de la zona, y otras de paso que visitan la Comarca de O Salnés, de la que forma parte.
Los responsables de turismo de estos municipios están apreciando un aumento importante de turistas en estos últimos años, y como ejemplo, un informe de big data referido al mes de agosto del año pasado indica que unas 880.000 personas eligieron esta Comarca para pasar unos días.
Con el objetivo de mejorar la movilidad de toda la ciudadanía, la Concellería de Tráfico del Ayuntamiento de A Illa de Arousa encargó un estudio en el mes de marzo, para analizar la circulación y evaluar posibles cambios en el sentido de algunas calles, y una vez finalizado, tomar las medidas más oportunas para mejorar la movilidad de vecinos y visitantes.
Una de esas medidas es el establecimiento de una Zona Residencial, que, según el comunicado del propio Ayuntamiento, tiene como objetivo garantizar la seguridad y bienestar de los vecinos residentes en ese municipio.
Por ese motivo, se ha perimetrado la zona residencial del casco urbano, y desde el pasado día 7 de abril, la entrada quedará restringida para vehículos no autorizados.
Son conscientes en el Ayuntamiento que este importante cambio precisa de un tiempo de adaptación, y por ello, se establece un periodo de algo más de dos meses, hasta el 15 de junio, en el que solamente se tramitarán avisos a los que incumplan la restricción, sin sanción.
Los vecinos empadronados no tendrán que solicitar autorización, pero los demás vehículos deben solicitar autorización de acceso a esta zona residencial. Se contemplan las distintas casuísticas habituales en otras ciudades, como los casos de carga y descarga, accesos de los comerciantes y de los clientes, los huéspedes de establecimientos de hostelería, etc. Pero también se contempla un novedoso sistema para que cada vivienda situada en la zona residencial, pueda tramitar hasta 5 autorizaciones mensuales sin justificación para vehículos no empadronados, y que se pueden solicitar a través del seguimiento de un código QR.
Polémica con el vecindario
El Ayuntamiento ya había informado que el sistema de control de acceso a esta zona residencial se haría mediante cámaras con lectores de matrículas, y que incumplir las restricciones de acceso conllevaría una sanción, después del tiempo de adaptación.
Estos días se ha iniciado los trabajos de instalación de las cámaras en los cinco puntos de acceso, y ello ha provocado una reacción vecinal contra estas medidas, por lo que los comerciantes y hosteleros del casco urbano han convocado una concentración de protesta contra esta medida municipal.
El Acalde, Luis Arosa, ha tratado de conciliar posturas, aunque sigue manteniendo que estas medidas son necesarias para garantizar la convivencia vecinal y mejorar la movilidad de vehículos, especialmente en la época estival.