La Audiencia Provincial de Baleares celebra este jueves la vista previa del juicio contra un antiguo inspector jefe de la Policía Local de Capdepera, ya jubilado, acusado de coaccionar a un subinspector del mismo cuerpo. La Fiscalía solicita para él dos años y tres meses de prisión. El procedimiento llega a esta fase 19 años después de los hechos investigados, ocurridos entre 2006 y 2007. La causa sufrió un prolongado retraso, incluyendo la pérdida del expediente, lo que obligó a aplazar la vista inicialmente prevista para septiembre de 2023 y posponerla hasta 2025.
Según el escrito de acusación, el conflicto comenzó en noviembre de 2006, cuando el subinspector solicitó un traslado a otro ayuntamiento. El trámite quedó paralizado sin explicación. A su regreso al servicio en Capdepera, encontró su despacho ocupado por otra unidad y sin medios materiales ni funciones asignadas, situación atribuida al entonces mando.
En enero de 2007 fue destinado a una unidad periférica mediante una orden “sin motivación”, donde pasó a desempeñar funciones propias de un agente raso, aislado del resto del personal a pesar de su rango. Más tarde, al reintegrarse a Capdepera, volvió a encontrarse sin despacho, sin acceso informático y sin tareas definidas.
Señalamientos de abuso de autoridad
Una investigación reservada de la administración autonómica, realizada en agosto de 2007, concluyó que podían existir indicios de abuso de autoridad, recomendando la suspensión inmediata del responsable. La propuesta no llegó a ejecutarse.
Posteriormente, siempre según Fiscalía, el subinspector recibió un vehículo oficial en el que se instaló un dispositivo GPS sin su conocimiento, cuyos datos se habrían utilizado para elaborar un informe interno que derivó en un expediente disciplinario. Años más tarde, en 2010, la resolución de dicho expediente determinó que había existido una actuación premeditada para perjudicar al afectado.
El subinspector terminó abandonando definitivamente el Ayuntamiento de Capdepera en 2010 para incorporarse a la Policía Local de Palma, tras pasar por varios periodos de baja derivados de la situación laboral que denunciaba.
El juicio analizará ahora, casi dos décadas después, unos hechos que marcaron la trayectoria profesional del denunciante y que podrían constituir un caso de coacciones y abuso de autoridad dentro de la estructura policial.
